¿Sabías que el aceite de ricino es un poderoso remedio natural?
El aceite de ricino es un aceite maravilloso que procede de las semillas de la planta Ricinus communis. Durante miles de años se ha utilizado como remedio natural para muchos problemas de salud, como problemas digestivos, hepáticos e intestinales, cólicos, calambres y espasmos abdominales, quistes benignos, fibromas, artritis, problemas cutáneos, cicatrices, entre otros.
Al aplicarlo en la piel, el aceite de ricino puede aportar alivio, especialmente si tienes inflamación o dolor. Puedes preparar una sencilla compresa de aceite de ricino y aplicarla en cualquier punto dolorido, como la zona lumbar, el sacro, el abdomen o la pelvis. ¡Te sorprenderá lo bien que sienta!
¿Cómo actúa el aceite de ricino?
El aceite de ricino tiene un ingrediente especial llamado ácido ricinoleico que se ha demostrado que ayuda a combatir la inflamación. Estudios científicos han demostrado que las compresas de aceite de ricino pueden estimular el sistema inmunológico al aumentar de forma natural la producción de linfocitos, así como el nivel de actividad de los linfocitos T. Estas células proceden de tu sistema inmunitario. Estas son las células que provienen de su médula ósea y la glándula del timo, y pueden matar gérmenes como virus, bacterias y hongos. (Boddu, 2015)
El aceite de ricino también puede ayudar al sistema nervioso, al hígado y a la digestión. Puede hacer que tu sistema nervioso esté más equilibrado, tu hígado más activo y tu digestión más fluida. (Grady, s.f.).
Cómo aplicar las compresas de aceite de ricino.
Puedes utilizar este increíble aceite de diferentes maneras. Sólo necesitas un poco de aceite orgánico prensado en frío de buena calidad, un paño y calor, y listo. Elige el método que más te convenga.
Método tradicional
Necesitarás
200 ml o 3/4 de taza de aceite de ricino caliente.
Un paño de lana, algodón grueso o toalla lo suficientemente grande como para envolver la zona a tratar.
Toalla o paño para cubrir la compresa.
Fuente de calor: Bolsa/botella de agua caliente o almohadilla térmica.
Instrucciones:
Empapa el paño/paño grueso con aceite hasta que esté húmedo pero no gotee. Coloca el paño/paquete en el lugar que deseas curar y cúbrelo con otra toalla o paño.
Coloca la fuente de calor encima de la toalla o paño.
Asegúrate de no quemarte la piel y mantenlo caliente durante 30-60 minutos.
Método Rápido
Este método, que se utiliza a menudo en los viajes, es fácil, portátil y, en general, menos engorroso.
Necesitarás
Aceite de ricino (1-2 cucharadas soperas para la zona del abdomen/hígado)
Paño de algodón o lana.
Fuente de calor: agua caliente o almohadilla térmica.
Instrucciones:
Frote la zona que desea tratar con aceite de ricino. Cubra el aceite con el paño. Aplique la fuente de calor con cuidado, debe estar templada y no demasiado caliente. Aplicar durante 30-60 minutos.
Cuándo hacer la compresa
Para problemas leves:
Hazlo 3 veces por semana, en noches alternas durante 3 semanas. Tómese un descanso durante la 4ª semana.
Haga esto durante 2 rondas más.
Vuelva a hacerlo si lo necesita.
Para afecciones más agudas:
Hágalo todos los días durante 5 días.
Tómese un descanso de 2 días.
Haga esto durante 2 rondas más. Vuelva a hacerlo si lo necesita.
Contraindicaciones y precauciones de uso de las compresas de aceite de ricino
Consulte siempre a su médico si las afecciones persisten.
No lo use si sangra mucho.
No lo use si está embarazada.
No lo use si tiene una infección intestinal como diverticulitis.
Deje de usarlo si se le irrita la piel.
Tenga cuidado si está tomando medicamentos que disminuyen su inmunidad (como cualquier medicamento inmunosupresor)
No beba aceite de ricino. Es un poderoso purgante y no es recomendable.
